• EXPEDIENTE: Pasividad del equipo rectoral
  • CENTRO: Universidad de Granada
  • ASUNTO: ¿Para qué cobra un cargo académico?
  • ESTADO: PENDIENTE
  • SOLUCION: Cambio de cultura en las autoridades académicas

Resumen

Mientras en las empresas abunda la preocupación por el capital humano, en las universidades esto no quita el sueño a nadie. El consejo de dirección de cualquier empresa no consiente la pérdida de talento, pero el equipo rectoral de una universidad pública como es la de Granada es incapaz de evitar que un conflicto se agrave hasta que la pérdida es irreparable. ¿Para qué se paga a los cargos académicos? ¿Para que ejerzan de burócratas? 

Exposición

Luis García Montero pone fin a su vida universitaria tras 27 años (El País, 12/11/2008)

La condena al poeta por injurias a un colega ha sido el desencadenante

V. CORTÉS / F. VALVERDE - Granada - 

El poeta Luis García Montero, condenado ayer por injurias por un tribunal de Granada, anunció que no recurrirá la sentencia y que ha decidido abandonar su puesto de catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada, donde ingresó en 1981. Es el punto final a una historia de enfrentamientos personales entre dos compañeros de departamento, el propio García Montero y su colega José Antonio Fortes, quien optó por llevar a juicio las desavenencias entre ambos. La institución universitaria calificó de "triste y lamentable" el anuncio del poeta y profesor. 

El autor de Completamente viernes y Las flores del frío, ganador de prestigiosos premios literarios como el Adonais, el Loewe, el García Lorca o el Nacional de Poesía, explicó que pedirá una excedencia tras conocer la sentencia del Juzgado de lo Penal número 5 de Granada. Éste lo condena a pagar una multa de 1.800 euros y una indemnización de 3.000 por un delito de injurias graves con publicidad al profesor Fortes, con el que mantiene desde hace años "un abierto enfrentamiento". La falta de apoyo de la institución docente puede haber motivado la salida del profesor, que continuará hasta final de curso para no perjudicar a sus alumnos. "Asumo la sentencia, no la voy a recurrir porque no quiero alargar judicialmente el tema. Lo que sí hago es dejar la enseñanza en la Universidad de Granada, y me voy a mi casa a buscar otro tipo de vida", declaró ayer a este diario. 

García Montero tendrá que hacer frente al pago de la multa y la indemnización a Fortes, quien se querelló contra él por un enfrentamiento entre ambos en un consejo ordinario de departamento en septiembre de 2006 y por un artículo publicado por el poeta el 14 de octubre de ese mismo año en la edición andaluza de EL PAÍS. En dicho artículo, García Montero hacía mención expresa a Fortes y se refería a él como "profesor perturbado". En sus clases, Fortes, según declararon algunos testigos en el juicio, se refería a García Lorca como un "fascista" y a Francisco Ayala como "aliado del fascismo", además de insultar a García Montero y a su familia. Fortes negó estos hechos en la vista oral, mientras que García Montero aseguró que escribió el artículo por el "dogmatismo" y "sectarismo" generados entre los alumnos del primero a consecuencia de las manifestaciones que hacía en clase. "El señor García Montero está perfectamente legitimado para criticar las clases y las ideas de Fortes, para defender la imagen de Lorca y Ayala y para mostrar su abierto desacuerdo con su compañero de departamento. Por supuesto puede aprovechar sus artículos en EL PAÍS para defenderse a su vez de los ataques y críticas a él mismo y a su familia por parte del profesor Fortes, pero lo que no puede es recurrir al insulto y a la descalificación gratuita", argumenta el juez Miguel Ángel Torres en su resolución. La sentencia considera que las expresiones utilizadas por el poeta granadino "no pueden encontrar amparo o justificación en el derecho a la libertad de expresión", tal y como él pretendía, en tanto que son, según la sentencia dictada por el magistrado, "simple y llanamente insultos". 

El juez considera que los insultos que profirió García Montero a Fortes constituirían una simple falta, pero que las palabras publicadas en el artículo fueron "inequívocamente ofensivas" y el haberse vertido por escrito "revela un mayor grado de reflexión en su autor". García Montero comentó ayer que pedirá una excedencia a comienzos del próximo curso y que se irá a trabajar fuera de la Universidad. "¿Qué sentido tiene que yo esté yendo a clase todos los días y cruzándome con profesores del departamento?", argumentó. "Este señor decía barbaridades, se metía conmigo, con mi padre, decía que Lorca era un fascista y lo explicaba así en sus clases; el colmo fue cuando nos acusó de haber provocado el suicidio de un poeta amigo nuestro, Javier Egea, que según él se había matado porque nos habíamos vendido al capitalismo. Yo le llamé 'perturbado' y me puso una querella por injurias por la que me condenan a pagar 3.000 euros", lamentaba ayer el poeta y catedrático, informa Jesús Ruiz Mantilla.García Montero y Fortes mantenían desde hacía años un enfrentamiento". Asumo la sentencia. No la recurriré por no alargarlo", dice el escritor.

 

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