Frivolidad extrema de un cargo académico: El rector de la UAB, Lluís Ferrer, pretende que un documento sea privado y secreto y, a la vez, público y argumento judicial

La plataforma ha tenido acceso al texto del recurso de la UAB. En él se "recalifican" documentos para que adquieran la categoría de públicos, mientras que antes el mismo rector los calificaba de privados. El trasfondo parecer ser la sumisión del rector a los intereses de un grupo de catedráticos.

La bola de nieve que crece en la UAB  

1. Una carta incómoda

La profesora Rosa Franquet, en su intento de legitimar su actuación irregular como presidenta de un tribunal de oposición, movilizó a 29 catedráticos del área a los que expuso su particular versión de los hechos. Éstos 29 supuestos investigadores rigurosos de la comunicación, sin ningún tipo de contraste de la información recibida, firmaron una carta de apoyo a  Franquet. En ella se defiende que los directores de tesis puedan formar parte de los tribunales de oposición en los que concursen sus pupilos (más información aquí). Según ha podido saber la Plataforma, el redactado de la carta de los 29 catedráticos deja un poco que desear, lo cual constituye un argumento más para que no se haga pública.

La causa real, sin embargo, por la cual se oculta esta carta (de la que, ahora mismo, no se conocen los firmantes pero podría constar entre ellos la exdirectora de TVE, Carmen Cafarell) es porque tal muestra de corporativismo académico es motivo de recusación en tribunales futuros.

2. Una carta que pasa a ser documento privado para que no salga a la luz pública

Así las cosas, ante la petición del interesado en el concurso (y, al que el Tribunal Superior de Justicia dio la razón en su recurso contra la falta de imparcialidad de la UAB en una oposición) solicitó la carta al rector Lluís Ferrer Caubet. La sorpresa del recurrente fue que el rector respondió argumentando que se trataba de correspondencia privada (!). Esta frivolidad documental de Lluís Ferrer puede consultarse con más detalle aquí.

3. La situación del rector de la UAB se complica: él mismo se contradice

Al cabo de unos meses, al interesado le llega el nuevo recurso que plantea la UAB intentando defender a la desesperada a Rosa Franquet. La UAB no insiste tanto en los aspectos legales del procedimiento sino que, sorprendentemente, insta al Tribunal Supremo a que tenga en consideración la carta de los 29 catedráticos (¡que todavía nadie conoce!). 

Por tanto, se ha cuadrado el círculo en la UAB: ahora el documento vuelve a formar parte de un procedimiento administrativo y, por tanto, vuelve a ser público (!). Pero, a la vez, es privado porque la resolución del rector de calificarlo como tal rige mientras un juez no la revoque. ¿Se le puede pedir más a una universidad?

4. La cuestión de fondo: El carácter cavernario de la UAB

La situación a que se ha llegado nos remite a una cuestión ligada a la esencia misma de la convivencia en sociedad y de la civilización. Es decir, todos admitimos que el estado de derecho, con sus reglas, es una estructura social que nos permite vivir en paz y dignidad. Si eliminamos el estado de derecho, nos queda volver a las cavernas (o a tipos de organización social que, para el caso, son lo mismo: estados regidos bajo la ley del más bruto).

Una regla fundamental del estado de derecho, además de la distinción obvia entre lo público y lo privado, es la evitación de la indefensión de una de las partes en todo procedimiento judicial. Y vulnerar esta regla, precisamente, es lo que pretende la UAB. Esta universidad, en su recurso contra una resolución desfavorable del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, pretende que se admita como argumento un documento que ella se niega a hacer público. ¿Cómo puede rebatirlo, entonces, la otra parte? ¿Dónde está el derecho a poder defenderse del peso de una prueba?

Esta concepción de la justicia, como todo el mundo puede entender, es cavernaria. Es como si la UAB dijera que acusa a una persona de mentir, asesinar o malversar fondos basándose en cierta  prueba. Y que, a la hora de examinar dicha prueba, dijera "Ah, no, esta prueba es mía y nadie la puede ver. Mientras tanto, ¡condenen al tipo ese!". ¿No obraba, más o menos así, la Inquisición? ¿No es ésta la forma de proceder del nazismo, el estalinismo o los regímenes de los monstruos del siglo XX? Pues, no, es la forma de proceder de una universidad pública española: la Universitat Autònoma de Barcelona.

 

 

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